La taberna, el lugar de las leyendas.

PRESENTACION + CONTINUACION.

El viento soplaba con furia, la nieve se precipitaba con fuerza sobre todo
el bosque. Entre la maleza se podia atisbar una figura humana de gran
tamaño algo tenebrosa. Caminaba con dificultad sobre el suelo blando y
apenas era capaz de permanecer erguido. Era una noche cerrada y la luna
apenas ilumnaba el entorno. El ser herrante portaba una capucha que le
tapaba toda la cabeza, proyectando una sombra sobre su rostro que
impedia vislumbrar faccion alguna. Los cazarrecompensas que llevaban
dias siguiendole le observaban desde la lejania. No llegaban a
comprender como semejante rastrojo habia logrado hacer que la unica
ciudad humana que se hallaba en millas hubiese reclamado los favores
del grupo de mercenarios. Apenas podia sostenerse en pie a causa del
fuerte viento que arreciaba por momentos. Decidieron pasar a la accion
para acabar con el trabajo lo antes posible, ya que la tormenta
amenazaba con empeorar, y en un lugar tan inospito como en el que se
hallaban habia muxas posibilidades de morir congelado, cuando lograron
ver como el sujeto se detenia, mostrando parte de su brazo. Pudieron
ver algo de un color blanco que resaltaba ante la oscuridad de la noche
antes de que una explosion les sorprendiese a escasos metros de donde
se hallaban. La explosion fue tan fuerte que lanzo a los hombres a una
distancia considerable, cayendo cerca de su objetivo. El ataque magico
hizo que los arboles de los alrededores comenzaran a arder, aun cuando
la tormenta no habia aflojado ni un apice su furia natural. Las llamas
iluminaron la zona, cuando los hombres trataron de incorporarse y
fueron testigos de un gran horror. El hombre al que estaban siguiendo
no era tal, sino que las luces provocadas por la explosion mostraban la
terrible faz que se ocultaba tras la andrajosa tunica. Una horrible
calabera les observaba en pie, mientras que comenzaba a caminar
nuevamente hacia ellos. El monstruo esqueletico alzo su mano y trato de
agarrar a uno de los hombres que aun se encontraba tirado en el suelo
temblando ante el imponente ser, de una altura desmesurada para lo que
estaban acostumbrados a ver en la zona. Sin saber que hacer sus
compañeros comenzaron una ofensiva desesperada con una oleada de
flechas que salian de sus ballestas de caza, impactando de lleno en el
cuerpo de la bestia, pero sin lograr resultados aparentes, puesto que
el ser se incorporo y observo a sus agresores. El esqueleto abrio su
boca en un intento de comunicarse con los humanos, pero estos
dispararon nuevamente sin vacilar, lanzando al suelo a su objetivo. Una
luz comenzo a brillar desde el interior de las cuencas vacias en donde
deberian estar sus ojos. El horrible engendro se alzo y ataco a los
humanos con un fuerte rayo azul que salio de la punta de sus huesudos
dedos. No le quedo alternativa si deseaba permanecer con vida, puesto
que los cazarrecompensas desenvainaron sus espadas con la intencion de
rematarle. Pero no estaba aun libre de peligro. Un nuevo homre aparecio
de entre las sombras a las espaldas del no-muerto portando una enorme
hacha. Al esqueleto no le dio tiempo a reaccionar cuando el humano alzo
la curvada arma con la intencion de partir en dos al asesino de sus
compañeros, pero el engendro no estaba solo. Un enorme puma aparecio de
la nada, abalanzandose sobre el agresor e incandole sus garras y
colmillos en el cuello, dandole una muerte lenta y dolorosa mediante
estrangulamiento. Dolk, que asi se llamaba el mosntruo se arrodillo en
el suelo con una postura de abatimiento y haciendo una serie de sonidos
semejantes a los llantos de un hombre. El puma se habia sentado delante
de Dolk y le observaba pacificamente, cuando el no-muerto se dirigio al
puma.

-Ha vuelto a suceder Ray, todo aquel que se me acerca
trata de acabar con mi miserable vida. Nadie trata de comprender lo que
siento al ver sus caras atemorizadas por mi aspecto. Solo tu eres capaz
de estar a mi lado.- El esqueleto se incorporo apollandose sobre un
enorme baston y se dio la vuelta, prosiguiendo con su camino - Vamonos
Ray, aunque yo no sienta el frio en mis huesos, debemos encontrar un
refugio para ti, amigo mio.- Y las dos figuras desaparecieron en la
espesura del bosque.

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El paraje era idilico. Mirases donde
mirases te llenaba el alma de paz y armonia. La luz del dia se
filtraba por entre las ramas de los arboles, mientras que un pequeño
rio formaba un relajante ruido debido al fluir de sus aguas golpeando
las orillas por donde transcurria. Los pajaros cantaban de diversas
maneras, llegando a los calmados timpanos de todos los seres que alli
habitaban. Unos pequeños monos se purgaban los unos a los otros en
un arbol mientras unos pequeños roedores correteaban por el suelo.
Dolk se sentia realmente bien, habia encontrado un lugar en el que
pasar sus dias en el sin temor a que los humanos le atacasen de
nuevo. La idea de encontrar la verdad absoluta acerca de su identidad
se habia esfumado de su mente. Una gota de rocio se deslizo por entre
las hojas de un inmenso arbusto, callendo en uno de los pies del
brujo. Algo tan simple no hallaba cavida en la personalidad de Dolk,
pero en esta ocasión miro al suelo con una mueca de asombro que
jamas lograria describir. Aparto su vista del paraiso en el que se
encontraba porque habia notado como algo humedo y frio le habia
tocado en su pie y cual fue su sorpresa al poder verlo como un pie
humano normal y corriente. Sentia la hierba fresca en la planta del
pie, la cual no habia deparado que se encontraba ahi si no hubiese
sentido una humilde gota de rocio. No podia dar credito a lo que veia
y las sensaciones que estaba experimentado. Sin pensarlo comenzo a
tocarse todo el cuerpo, como queriendo comprobar que lo que sus hojos
veian no era una mera ilusion, y durante unos minutos se quedo quieto
en una parte concreta del cuerpo. Durante años habia tenido una duda
que habia sido incapaz de solventar, y era el de su sexo. A causa de
que cadecia de piel y carne en casi la totalidad de su cuerpo, y
debido a que su voz no presentaba el mismo sonido siempre, no habia
sido capaz de averiguarlo. Tras un momento de calma, Dolk reacciono y
fijo su mirada en el riachuelo que tenia cerca. Corrio hacia el como
si una horrible bestia tratara de darle caza y se arrodillo junto al
agua. Su cuerpo empezo a temblar como un niño ante su primera
tormenta. Su rostro no se veia reflejado en el agua. Su mente no
lograba comprender que cruel broma del destino estaba viviendo.
SILENCIO. Todo a su alrededor se hallaba en un funebre silencio. Dolk
deparo en este detalle rapidamente. Habia sufrido numerosas
situaciones de peligro a lo largo de su segunda vida como para
comprender que el silencio en un lugar como este no presajiaba nada
bueno. Se incorporo y miro a su alrededor. Sin saber como su baston
se hallaba en su mano, y no era lo unico que habia reaparecido. Su
tenebroso aspecto tambien regreso. Todo esto no era nada bueno. Una
oscuridad comenzo a ceñirse sobre todos los rincones del lugar hasta
que lo envolvio todo en un espacio negro como el carbon.




El hechicero inyecto mas poder magico
a su conjuro. Su objetivo plantaba mas resistencia de la que cabia
esperar. No entendia como le estaba costando doblegar tanto a un
simple brujo renacido, cuando en la mayoria de los casos era capaz de
destrozar la mente de los mas bravos guerreros con los que se habia
cruzado. El enorme guerrero que se hallaba a su lado comenzaba a
mostrar indicios de impaciencia. Zin zaber porque tardaba tanto en
doblegar al ezqueleto, el zeñor azezto un fuerte golpe en la tezta
del hechicero, anulando azi la magia que mantenia retenido a Dolk.
Cuando este se vio liberado, pudo observar a muchas criaturas
golpeandose a su alrededor. Eran bestias que nunca habia visto antes,
y por lo que acababa de sufrir, sintio que no era buena idea
permanecer en el mismo sitio que estos seres. Pudo ver a su fiel
amigo Ray encadenado a un arbol, mintras que sus raptores no cesaban
en su extraño ritual de golpearse. Sin hacer apenas ruido, Dolk se
acerco al puma, lo libero y comenzo a caminar hacia el norte, en
direccion a las montañas. Cualquier ser vivo que observase aquellas
cumbres coronadas con unas oscuras nubes que azotaban la tierra con
bastos rayos habria dado media vuelta y habria regresado sobre sus
pasos. Pero Dolk sabia que en esos paramos tan desolados estaria
seguro, al menos de momento.




Cuando los salvajes cesaron en su
orgia de violencia y se dieron cuenta de que su presa habia
desaparecido, maldijeron en un extraño idioma. -Ahora zu majeztad
corpulenta pedira la cabeza del eztupido que dejo ezcapar al huezoz,
ezpero que zepaz cargar con tu rezponzabilidad hechicero.- Nada mas
terminar esta frase el hechicero retomo las hostilidades hacia el
guerrero, al cual le siguieron el resto de pielesverdes que alli se
encontraban. Asi es, el rumor de un esqueleto que caminaba junto a un
puma y que aterrorizaba a los humanos habia llegado a oidos del rey
de los orcos, y este deseaba contar con la magia del no-muerto para
sus belicos intereses, pero parece que sus planes deberian esperar
aun un tiempo para que se llevasen a cabo.