Capitán Nathaniel
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 |  Tema: Un ideal, una batalla  Miér Abr 15, 2009 6:09 pm | |
| Bueno, aqui os dejo un antiguo escrito que realize unos cuantos de meses atras, en una aburrida tarde de invierno... Ya me direis que os parece, estoy abierto a criticas^^
"Ambos desenfundaron sus armas al encontrarse en semejante e inesperada situación,,, El guerrero envuelto en placas de cobre, hierro y acero empuñó su poderoso mandoble el cual le había acompañado en tantísimas batallas a lo largo de su vida y con el que había sesgado la vida de miles y miles de criaturas de corazón podrido corrompidas por la oscuridad. El Pícaro humano no se dejo intimidar por semejante mole metálica, tras muchísimos combates había aprendido que el tamaño del arma era lo que menos importaba. Recordaba con cariño el sonido que provocaba una daga al colarse por los recovecos que la armadura no protegía y definitivamente llegar a hundirse profundamente en la carne de su víctima, abriendo una profunda herida la cual arrebataría en apena unos instantes la vida del desafortunado... Así pues con una sonrisa malévola el joven de melena azabache desenfundo un par de dagas con rubíes incrustados en la empuñadura, se inclino sobre su espalda y analizo severamente a su enemigo.
El caballero curtido en mil batallas esperaba con actitud defensiva a su enemigo, conocía la ferocidad de su oponente y un fallo en la defensa podría significar que una de las dagas envenenadas del muchacho corrompiesen su carne y sufriera una agonizante muerte, sin embargo, mantuvo el temple, fue paciente, pero la espera le mataba, el pícaro no avanzaba, el silencio quebraba sus oídos mas fuerte que la gota constante de una caverna en medio de la nada... sin embargo su código de honor no le permitía comenzar el ataque con una gran ofensiva, el joven no era una criatura de la oscuridad...
El pícaro, expectante de los movimientos del caballero no quedo sorprendido al ver su reacción defensiva, cansado ya de tanta espera, miro con ferocidad a su enemigo, repaso mentalmente la lección básica de su maestro... "Nunca dejes de atacar" y veloz como el rayo cargo contra el guerrero!!
"Reza lo que sepas!" Grito el pícaro a la vez que sentía como el aire azotaba a gran velocidad su rostro. El guerrero esperando el furioso y rápido ataque dio un paso atrás y dio un poderoso tajo horizontal, cargo tanta fuerza en el golpe que capaz hubiera sido de atravesar las escamas de un dragón, pero el pícaro, acostumbrado a ese primer ataque de casi todos sus oponentes, se deslizo por el suelo, apoyando sus protecciones de cuero para evitar quemarse a la vez que esquivase el bruto golpe y a medida que avanzaba por el suelo intento clavar una de sus dagas en las grebas de su enemigo, pero el duro acero repelió su ataque. Con una maldición el caballero intento pisotear la cara del joven, pero a su pesar el pícaro a gran velocidad aparto la cara en el ultimo instante y apoyandose sobre sus manos, hizo una tremenda pirueta desde el suelo que termino con un gran golpe de talón sobre la cabeza del caballero, el golpe tan hábil como cargado de ira arranco el yelmo del caballero dejándolo caer al suelo, el caballero, retrocedió de un salto, sorprendido ante la velocidad y habilidad del joven. Su melena se dejo caer al viento, blanca como la nieve, digna como la de un león, sus ojos se inyectaron en sangre al pícaro, el cual le sonreía de forma burlona.
"Veo que el honor no es tu punto fuerte" dijo en el tono mas altivo que pudo el hombre de ya avanzada edad.
"Si fuera tu me preocuparia por la vida antes que por el honor estúpido insolente!" amenazo con tono sombrío, y en apenas unos instante volvió a arremeter contra el guerrero. "Ahora muere"
Sin embargo el veterano no pensaba dar su vida tan facilmente, era consciente de que le costaría alcanzar a su objetivo con un arma tan lenta y pesada tratándose además de ese endemoniado joven con pies de gacela, y su armadura ayudaba menos aun: lo hacia tan lento como pesado, si quería salir con vida del encuentro mas le valía compensar esa carencia de velocidad, y no precisamente con fuerza.
El joven abalanzandose sobre su presa fintó hacia un lado para después dejarse caer sobre el otro con el fin de distraer y tener un hueco libre para colar en la garganta lo que seria el golpe mortal a su enemigo. Pero el caballero estaba preparado.
Un solo golpe, un veloz golpe de empuñadura y para nada esperado impacto contra el rostro del pícaro, la sangre salpico en el aire, los huesos rotos crujieron e hicieron eco en el gran salón enano, el impacto fue suficiente para salvar del golpe mortal al caballero, e incluso para desestabilizar al joven y así comenzar su ofensiva la imponente mole metálica, el primer tajo apoyado por la inercia y la fuerza de la gravedad fue demoledor, suerte para el pícaro, pues gracias a un par de pasos consiguió esquivar el tajo vertical, el golpe retumbo contra el suelo, y un chispazo salto, podría haber sido la oportunidad perfecta para el pícaro de retomar la ofensiva, si no fuera por la fiera patada que recibió en el estomago, dejándolo sin aliento, sin respiración, con el corazón encogido no hubo mas que retroceder de un gran salto.
Sin aliento, con sangre en el rostro la cual empañaba sus ojos, y con un gran moratón en el estomago, el joven vio su final, pero no estaba desesperanzado, ni desanimado, ni desilusionado, ni siquiera tenia miedo de la gran mole que se avecinaba hacia el en forma de caballero, pero el cual representaba la propia muerte "Luchare, hasta el final."
El caballero descargo el tajo fatal, el joven cansado para esquivar, interpuso sus dagas entre el y el mandoble, pero fue inútil, el mandoble atravesó una de las dagas, quebrándola por la mitad, como respuesta al acto el pícaro dio la espalda a su enemigo, atemorizado y dejando que la hoja de la gran espada atravesara sus defensas, , cortando profundamente armadura, ropa, músculos y carne desde el hombro derecho hasta la cadera izquierda.
"Es el final" Pensó el joven mientras sentía la sangre correr, el dolor nublo sus sentidos, el tajo ardía como el fuego de los mil infiernos...
Con la fuerza de apenas un suspiro el joven susurro "después de todo... este es el final"
El caballero, imponente, altivo, increíble, con su armadura reluciente y la melena blanca al viento, debido a las corrientes de aire del salón en ruinas. Miro con gran determinación al joven hecho un destrozo que se encontraba a sus pies.
"Bestia del demonio, ¡El honor!, ¡la fuerza que me ha dado la victoria!, ¡mi razón de ser!" Las palabras del caballero pesaban sobre el pícaro como una sentencia a muerte en el mismo infierno. "Eres un gran guerrero, tienes grandes habilidades pero seguiste el camino equivocado... Por ello has de pagar, espero que en otra vida, consigas la paz" El veterano, ahora verdugo, coloco su espada en el vientre del joven, se miraron a los ojos.
"Hazlo rápido... por favor" suplico el pícaro, delirante por el dolor, conmovido por las palabras del caballero.
"¿Tus ultimas palabras?" El joven, recordó entonces toda su vida, sus padres asesinados a manos de bandidos, el mismo criado por los asesinos de sus padres, vio su primer asesinato, su primer robo, vio que en su vida jamas había tenido algo honroso por lo que luchar... realmente, en su lecho de muerte, sintió arrepentimiento...
Quería pedir perdón por sus pecados, querría haber sido alguien como el caballero, pero ya era tarde... demasiado tarde. Fue tan tarde que cuando quiso decir sus ultimas palabras, la sangre ya inundaba su garganta, permitiendo únicamente emitir un lastimoso gorgoteo...
El caballero vio como el joven, iba cerrando los ojos poco a poco, vio su ultimo aliento, y por ultimo como la vida abandonaba el cuerpo de ese chico.
Se dio la vuelta y enfundo su arma, y comenzo a alejarse de ese fúnebre lugar, estaba cansado, la batalla había consumido todas sus fuerzas, pero tenia el corazón alegre por tener un día mas de vida...
Pero no todo había sido tan fácil
"Estúpido, nuestro duelo... aun no ha terminado" Al caballero esa voz le erizo todos los pelos del cuerpo, penetro en su interior como el oxido corrompe el acero, estaba atemorizado, incluso sintió una pizca de miedo...
"¿Como es posible" Miro hacia el cadáver de su enemigo, simplemente no estaba. El caballero desenfundo su arma, y miro hacia todos lados... Entonces reparo en la inmensidad del salón enano. Decenas de columnas de piedras agrietadas adornaban el salón, unas cuantas de trincheras, grietas en el suelo, e incluso grandes trozos del techo habian caido en el suelo tras la batalla... La voz del pícaro, aumentada por el eco resonó en todas partes.
"El honor es para los cobardes... deberías de haberme rematado cuando pudiste" Su voz era escalofriante, potente y amenazadora.
-Muestrate sabandija humana!.- Gritó con ímpetu, pero el joven ni se inmuto.
"Vas a morir de la forma mas deshonrosa que pudiera desear un caballero, morirás antes de darte cuenta de que una daga atraviesa tu garganta, morirás sin lucha posible, morirás humillado, y antes de hacerlo, ahora, suplicaras en silencio por tu vida"
-¡Jamas! Matame ahora que puedes! Pero jamas me humillare ante una escoria como tu!.- Una gota de sudor cayó de la frente del guerrero... unas piedrecitas del techo también lo hicieron, lo cual alerto al guerrero e inmediatamente se puso en guardia contra el techo... -Muestrate!!.- El silencio se hizo... la sensación era agonizante, luchaba contra su propia sombra. "Estas muerto, yo te he visto morir!"
"Lo estoy, caballero, lo estoy... pero al parecer la reina cuervo tiene grandes planes para su reinado en la oscuridad... y me temo que su primer designio es acabar contra un devoto seguidor del bien ¿Entiendes ahora porque tu muerte es tan inminente? ¿Acaso crees poder resistirte al destino de los Dioses?"
El caballero rió ante la oscura revelación, y grito mientras pasaba por la estancia "Así que ahora es una cuestión de dioses muchacho... Y veo que tras tu muerte has sido recibido por la Diosa de la oscuridad, La reina cuervo... ¿Crees que Bahamut, el gran Dios Dragón permitirá que un siervo de pacotilla como tu me venza!? Me río de ti y de tu diosa Pícaro"
"¡Aquí Arriba!!" fue lo ultimo que dijo el pícaro en esa escena tan terrible, el caballero miro hacia arriba, y vio como desde el techo, de unos ocho metros de altura, el joven caía en picado mientras ejecutaba una serie de difíciles acrobacias, cada vez giraba mas rápido, cada vez era mas difícil seguir la estela del brillo metálico que desprendían sus manos, era increíble, se cernía sobre el caballero, el caballero no tenia tiempo para reaccionar, el ataque era imparable, impredecible, suicida, y no tenia tiempo para moverse... ¿Seria el final? Únicamente acertó a interponer la espada bastarda entre el y el pícaro, pero para cuando llego el danzante volador el golpe fue atronador, el primer golpe fue contra la espada, era tal la potencia del golpe y tan bien ejecutada la maniobra, que la espada del caballero soltó una gran chispa, seguida de un sonido ensordecedor y quebradizo que auguraba el final de la vida de esa espada... El arma del caballero había salvado por ultima vez a su portador... Aunque recibió unos cuantos de golpes mas, todos impactaron contra la armadura, aunque con fuerza titánica, hicieron mella en el cuerpo del guerrero e incluso llegaron a derribarlo, haciéndolo rodar por el suelo...
Y a pesar de tanta altura, el pícaro cayó con la misma facilidad y dignidad que lo hubiera hecho un felino.
El veterano vio como los ojos del pícaro habían cambiado, eran los ojos de un felino, de una bestia, su ropa estaba hecha harapos, y aun estaba salpicado en sangre, pero era mas poderoso que nunca... ya no veía arrogancia en su semblante, ahora veía fiereza y determinación, ya entonces sin arma y sin fuerzas, supo que ese era su final.
- Muchacho, ¿De verdad merece la pena?.-
- Anciano... eso es algo que a ti.. ya no te concierne.- Dijo el pícaro bajando la mirada un instante
- Entiendo...- El caballero se levanto, cogió por el puño su rota espada y bramo -Pues entonces lucha, ven a mi demonio del infierno!-
El joven reacciono a esas palabras, y echo a correr hacia el caballero, cosa que el caballero también hizo para acelerar el encuentro,.. El ultimo golpe, el golpe de gracia acechaba tras ese encontronazo a toda velocidad entre el joven y el caballero... El joven, a toda velocidad, inclinado sobre su espalda daba a entender una pose amenazadora, confiada y sin duda sombría, la imagen del caballero era majestuosa, la armadura brillaba a pesar de tanta oscuridad, la espada aunque rota, destellaba una luz cegadora, la viva imagen del honor... dos metros... un metro... y las armas dieron su ultimo ataque...
Ambos avanzaron un par de pasos, y se detuvieron de golpe, el arma del caballero ya no estaba en el puño de este, sino en el abdomen del chico... lo había empalado, pero seguía vivo.
La daga mortal aun seguía en la mano del pícaro, pero salpicada en sangre,.. un corte limpio. La garganta del caballero había sido cortada.
El veterano y honorífico caballero se desplomo sobre su armadura, viendo toda su vida pasar... había luchado con honor, había sido un buen hombre, Bahamut lo acogería bajo sus alas."
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