Voy a contaros una historia de vampiros, mejor dicho, os voy a contar mi propia historia...
Todo empezó aquella fatídica noche en la que mi primo y yo nos quedamos solos en casa.
-Oye Tania, ¿crees que nos pasará algo si damos una vuelta por el cementerio?
-Pues creo que...¡Nos lo pasaremos genial!¿También contaremos cuentos de miedo verdad?
-¡Claro que si! Además, ayer me contaron uno de vampiros....
Así, mi primo Eric y yo fuimos a pasear por el cementerio del pueblo...
-¿Sabes Tania? Me han contado que hace muchos años vivia aquí una familia...Una noche, la
casa se incendió...Encontraron los cuerpos de todos los miembros de la familia,
los cuerpos de los abuelos...los de los padres...y los de las pequeñas gemelas. Pero
nunca encontraron el cuerpo del hijo mayor...Cuentan que poco después
de eso empezaron a morir todos los habitantes del pueblo que odiaban a aquella familia,
y todos con las marcas de dos colmillos en el cuello.Como es de esperar empezaron los
rumores de que había un vampiro en la cuidad, nadie se atrevía a salir de sus casas por
la noche.Todo el mundo estaba atemorizados por el vampiro...De repente todo acabó, mas
por poco tiempo, cada 100 años vovlía a atacar. Según cuentan, duerme en una cueva
que está cerca de este cementerio... Y que todo el que se acerca a esa cueva el día que
él despierta, desaparece...
-¡Vamos a buscar esa cueva!
-Jajaja, es lo mismo que yo estaba pensando. ¿Vamos?
-¡Vamos!
Y mi primo y yo, fuimos en busca de la cueva, sin saber... que ese sería el principio de
nuestra nueva historia.
-¡Eric! ¡Veo una cueva! ¿Crees que será esa?
-Puede... Vamos a averiguarlo.
Eric y yo nos acercamos hasta la entrada de la cueva pero...
-Vaya... es una cueva normal y corriente...
-No Tania, PARECE una cueva normal y corriente, pero ¿en serio crees que un vampiro va a descansar a la vista de todo aquel que se acerque?
-Tienes razón, vamos a ver si es cierta esa historia.
-No pequeña, vosotros dos no vais a ningún lado, porque habeis llegado a vuestro destino
Eric y yo nos dimos la vuelta lentamente, aquella voz que habíamos oído tan cerca a
nuestra espalda, era sobrenatural, como si llegase del más allá... y allí estaba, el
vampiro de la historia, sonriendo de una forma siniestra... y mostrándonos sus colmillos.
-¡Tania, corre, sálvate!
-¿Estás loco? No puedo hacerlo, y aunque pudiera, ¿¿en serio crees que te dejaría solo??
-Oh, que... humano -dijo mientras hacía una mueca de asco- pero tranquilos, ahora mismo
os ayudaré a salir de esa asquerosa humanidad que un día yo también sufrí, no os dolerá... mucho